sábado, 18 de marzo de 2023

UBS negocia la compra de Credit Suisse para atajar la crisis financiera.



El mayor banco suizo, UBS, está en conversaciones para adquirir todo o parte de su rival Credit Suisse, según informó el Financial Times el viernes 17 de marzo. El posible acuerdo se produce en medio de una grave crisis que afecta al sector bancario mundial y que ha golpeado especialmente a Credit Suisse, que ha perdido más del 60% de su valor bursátil en lo que va de año.

Credit Suisse se ha visto arrastrado por el colapso de dos prestamistas estadounidenses, Silicon Valley Bank y Signature Bank, que han provocado una oleada de retiradas de depósitos y una falta de liquidez. El banco central suizo tuvo que intervenir con una inyección de emergencia de 54.000 millones de dólares para evitar el desastre.

Ante esta situación, los reguladores financieros suizos han alentado a UBS y Credit Suisse a fusionarse como plan A para restaurar la confianza en el sistema financiero helvético. Según el FT, los consejos de administración de ambos bancos se reunirán por separado durante el fin de semana para discutir las distintas opciones del acuerdo.

Los beneficios potenciales de una fusión entre UBS y Credit Suisse son varios. Por un lado, permitiría crear un gigante bancario con una capitalización bursátil combinada superior a los 70.000 millones de dólares y con presencia global en los negocios de banca privada, gestión patrimonial e inversión.

Por otro lado, supondría un alivio para Credit Suisse, que podría beneficiarse del respaldo financiero y reputacional de UBS y evitar así un rescate público o una quiebra. Además, la fusión podría generar sinergias y ahorros de costes por la reducción del solapamiento y la duplicidad.

Sin embargo, también hay obstáculos y riesgos asociados a una posible operación entre UBS y Credit Suisse. Uno es el aspecto regulatorio: ambos bancos tendrían que obtener el visto bueno no solo del banco central suizo y la autoridad supervisora del mercado financiero (Finma), sino también de otros organismos internacionales como el Banco Central Europeo o la Reserva Federal estadounidense.

Otro es el aspecto operativo: integrar dos entidades tan grandes y complejas no sería fácil ni rápido. Habría que armonizar las culturas corporativas, las estructuras organizativas y los sistemas informáticos. También habría que hacer frente a posibles conflictos laborales por los despidos o recortes salariales que podrían derivarse del proceso.

Finalmente, otro es el aspecto estratégico: algunos analistas cuestionan si una fusión entre UBS y Credit Suisse tendría sentido desde el punto vista comercial e industrial. Ambos bancos compiten en muchos mercados y segmentos similares donde podrían perder cuota o margen por la mayor competencia o regulación.

En definitiva, UBS negocia la compra de Credit Suisse como posible solución a la crisis financiera que atraviesa este último banco. El acuerdo tendría ventajas pero también inconvenientes para ambas partes y para el sector bancario suizo en general.

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