miércoles, 8 de marzo de 2023

3M: Problemas judiciales.




La multinacional estadounidense 3M se enfrenta a una avalancha de demandas por los tapones para los oídos que suministró al ejército de su país entre 2003 y 2015. Más de 230.000 veteranos de guerra acusan a la empresa de haberles causado daños auditivos irreversibles por culpa de unos tapones defectuosos que no protegían adecuadamente del ruido de las armas y las explosiones.

Según las demandas, los tapones de 3M, llamados Combat Arms, tenían un diseño defectuoso que hacía que se soltaran del canal auditivo, permitiendo que el sonido dañino entrara en el oído. Los demandantes afirman que 3M conocía el problema desde 2000, cuando realizó unas pruebas internas que revelaron el fallo, pero que no lo comunicó al ejército ni modificó el diseño. 

Los veteranos que usaron estos tapones sufrieron pérdida de audición, tinnitus (zumbidos en los oídos) y otros trastornos que afectan a su calidad de vida y a su capacidad para trabajar. Algunos de ellos han tenido que someterse a cirugías, implantes cocleares o audífonos para paliar su discapacidad auditiva.

3M, por su parte, niega las acusaciones y defiende la calidad y la seguridad de sus productos. La empresa sostiene que los tapones funcionaban correctamente si se insertaban de forma adecuada y que el ejército era el responsable de proporcionar las instrucciones de uso a los soldados. Además, alega que los daños auditivos de los veteranos pueden deberse a otras causas, como el envejecimiento, las enfermedades o la exposición a otros ruidos. 

El caso de los tapones de 3M se ha convertido en uno de los litigios por daños masivos más grandes en la historia de Estados Unidos. Hasta el momento, se han celebrado 16 juicios con jurado, de los cuales 3M ha perdido 10 y ha ganado 6. El veredicto más alto fue de 50 millones de dólares a favor de un militar que perdió la audición tras usar los tapones durante un entrenamiento.

 La batalla legal está lejos de terminar, ya que quedan pendientes miles de demandas que podrían suponer un coste de más de 100.000 millones de dólares para 3M. La empresa intentó detener las demandas alegando que una filial suya, Aearo Technologies, que fabricaba los tapones, se había declarado en quiebra, pero un juez rechazó el argumento y permitió que el litigio continuara contra la matriz.

El caso de los tapones de 3M ha puesto de relieve la importancia de la protección auditiva de los militares, que se enfrentan a niveles de ruido muy superiores a los que soporta la población civil. Según el Departamento de Asuntos de los Veteranos de EE.UU., la pérdida de audición y el tinnitus son las discapacidades más comunes entre los veteranos, afectando a más de 2,7 millones de personas.

Estos problemas judiciales han provocado que la acción descienda más de un 50% en los últimos 5 años.




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