El BBVA ha logrado captar este martes 1.000 millones de euros en una emisión de bonos contingentes convertibles en acciones, conocidos como “cocos”, la primera de estas características de una entidad europea desde el rescate de Credit Suisse en marzo.
Los “cocos” son instrumentos financieros que combinan elementos de deuda y de capital, y que pueden convertirse en acciones si el ratio de solvencia del banco cae por debajo de un nivel determinado. De esta forma, el banco refuerza su capacidad para absorber pérdidas y cumplir con los requisitos regulatorios.
La emisión ha tenido una gran acogida entre los inversores institucionales, que han demandado más de 3.100 millones de euros, lo que ha permitido rebajar el tipo de interés inicial del 8,75% al 8,375%. Se trata del cupón más bajo pagado por el BBVA en este tipo de emisiones desde 2017.
Los bonos tienen carácter perpetuo, aunque el banco podrá amortizarlos anticipadamente en diciembre de 2028. El objetivo del BBVA es emplear los fondos para afrontar las amortizaciones de emisiones anteriores de este tipo de deuda, siendo la más cercana el 24 de septiembre de este año.
Con esta operación, el BBVA demuestra su capacidad para acceder al mercado de capitales en condiciones favorables y diversificar sus fuentes de financiación. Además, refleja la confianza de los inversores en la solvencia y la estrategia del banco.

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