Hoy os voy a contar una historia de esas que te pasan y ya tienes mal cuerpo durante todo el día. Y te hacen pensar hasta donde llega la maldad humana. Llevo mucho tiempo en una oficina bancaria, y conozco a gente con la que podemos decir que tengo cierta relación. Una clienta ya muy mayor con dos hijos que llamaremos Pepe y Juan. Los hijos no se llevan bien y siempre le han estado quitando dinero a la madre.
Hace un mes Juan después de desayunar con la madre le quitó la tarjeta y efectuó compras y retiradas de efectivo de casi 1.000€. Tras eso Pepe y la madre ya con demencia vinieron y lo denunciaron, quitando a Juan de la cuenta por las "dudas". Llevándose la app de su madre en el móvil por si pasa algo.
Y aquí viene lo fuerte, hoy me viene Pepe: "He tenido que tomar una decisión muy dura, me voy a abrir una cuenta aquí y me voy a traspasar todo el dinero de mi madre"
Me ha dejado blanco, hasta donde se puede llegar por 4 duros...
Hay otras opciones incapacitar, quitarle la tarjeta para que tenga que ser ella la que retire.
Esa señora cuando quiera echar mano a un dinero ahorrado durante toda su vida se encontrará que no tiene nada.
Moraleja no os fiéis de nadie, cuando hay dinero por medio la gente cambia.
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