martes, 14 de marzo de 2023

Credit suisse: ¿Primer banco europeo en caer?


Credit Suisse, el segundo mayor banco de Suiza, atraviesa una grave crisis financiera y reputacional que amenaza su supervivencia.

La entidad ha acumulado pérdidas millonarias por su exposición a varios escándalos y operaciones fallidas. Además, el banco ha reconocido que no ha controlado eficientemente su información financiera, lo que ha provocado la intervención de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) y la Autoridad Suiza Supervisora del Mercado Financiero (Finma).

Estos problemas han hundido la cotización de Credit Suisse en la bolsa de Zúrich, donde ha llegado a caer más de un 9% en una sola jornada, alcanzando su mínimo histórico. Los inversores temen que el banco no pueda hacer frente a sus obligaciones financieras y se vea abocado a la quiebra. Según algunos analistas, la probabilidad de que esto ocurra es de aproximadamente un 20%.


El 27 de octubre presento el plan estratégico para el año 2023 con el que espera ir revirtiendo la debilidad actual :


  • Reestructuración de la banca de inversión: el banco creará una entidad independiente llamada CS First Boston, que se encargará de las actividades de asesoramiento y mercados de capitales. Además, reducirá su exposición a los productos securitizados y creará una unidad no estratégica para acelerar la liquidación de los negocios y mercados con baja rentabilidad y alto riesgo.
  • Reducción de costes: el banco pretende reducir su base de costes en un 15%, o unos 2.500 millones de francos suizos, para 2025. Para ello, simplificará su modelo operativo, centralizará sus funciones de tecnología y operaciones, y optimizará su estructura organizativa y geográfica.
  • Ampliaciones de capital: el banco ha anunciado su intención de captar unos 4.000 millones de francos suizos mediante la emisión de nuevas acciones a inversores cualificados, entre ellos el Saudi National Bank, que invertirá hasta 1.500 millones para alcanzar una participación del 9,9%. También realizará una oferta de derechos para los accionistas existentes, sujeta a la aprobación en la Junta General Extraordinaria del 23 de noviembre. Estas acciones tienen como objetivo reforzar el ratio de capital CET1 del banco, que espera mantener por encima del 13% durante la transformación.

Con este plan, Credit Suisse espera recuperar la confianza del mercado, diversificar su base de accionistas, liberar capital para invertir en sus negocios principales (gestión patrimonial, banca suiza, gestión de activos y mercados), y mejorar su rentabilidad y generación de valor.


El plan estratégico de Credit Suisse tiene algunos riesgos que podrían dificultar su ejecución y sus resultados. Algunos de estos riesgos son:

  • La incertidumbre regulatoria y legal: el banco está sujeto a la supervisión y el escrutinio de las autoridades financieras de varios países, que podrían imponerle sanciones, multas o restricciones por sus malas prácticas o su falta de control. Además, el banco se enfrenta a varias demandas judiciales por parte de clientes, inversores o terceros afectados por sus operaciones fallidas o escandalosas.
  • La competencia y la presión del mercado: el banco podría perder cuota de mercado o rentabilidad frente a sus competidores, que podrían aprovechar su debilidad o su reestructuración para captar clientes o negocios. Además, el banco podría verse afectado por las condiciones económicas y financieras globales, que podrían deteriorar la demanda o los márgenes de sus productos y servicios.
  • La resistencia al cambio y la fuga de talento: el banco podría encontrar dificultades para implementar los cambios organizativos, culturales y operativos que requiere su plan estratégico. Esto podría generar conflictos internos, pérdida de eficiencia o desmotivación entre sus empleados. Además, el banco podría perder a sus mejores profesionales, que podrían buscar otras oportunidades laborales más estables o atractivas

¿Hay riesgo de corrida bancaria en Credit Suisse?


El banco ha sufrido una fuga de clientes, una caída en bolsa y varios escándalos que han dañado su imagen y su solvencia. ¿Está al borde de la quiebra o de una fusión con su rival UBS? ¿Qué consecuencias tendría para el sistema financiero global? Estas son algunas de las preguntas que se plantean los inversores, los reguladores y los medios de comunicación.

La situación actual de Credit Suisse es el resultado de una serie de errores estratégicos y operativos que se remontan a varios años atrás. El banco ha apostado por la banca de inversión, el eslabón más débil de su balance, en detrimento de la gestión del patrimonio, su negocio tradicional y más rentable. Esta decisión le ha expuesto a mayores riesgos y volatilidad, especialmente en un contexto de crisis sanitaria, económica y geopolítica.

Entre los escándalos que han salpicado al banco se encuentran el espionaje a antiguos directivos, la quiebra del fondo Archegos Capital Management, el fraude del grupo financiero Greensill Capital y las sanciones por blanqueo de dinero en varios países. Estos hechos han provocado la dimisión o el despido de varios altos cargos del banco, así como multas, provisiones y pérdidas millonarias.

Una corrida bancaria se produce cuando los depositantes retiran masivamente sus fondos del banco por temor a perderlos. Esto puede provocar un colapso del banco si no dispone de suficiente liquidez para hacer frente a las demandas. Una crisis sistémica se produce cuando el colapso de un banco afecta al resto del sistema financiero por contagio o interconexión.

Según algunos expertos bursátiles, Credit Suisse podría estar expuesto a estas situaciones si se producen nuevas turbulencias bancarias o una crisis financiera mundial. El caso más reciente es el del Silicon Valley Bank (SVB), un banco estadounidense especializado en tecnología que cerró sus puertas el pasado fin de semana por problemas de liquidez. Credit Suisse podría tener una exposición directa o indirecta al SVB, lo que podría afectar a su solvencia.

Sin embargo, para muchas fuentes de la industria, Credit Suisse no representa a primera vista un riesgo sistémico porque los problemas del banco son específicos del banco suizo. Además, el banco cuenta con el respaldo del regulador financiero suizo (FINMA), que está siguiendo de cerca la situación y está en contacto con otras autoridades extranjeras. Asimismo, el banco tiene un capital y una liquidez sólidos, según ha asegurado su director ejecutivo.

En conclusión, Credit Suisse se enfrenta a uno de los momentos más difíciles de su historia y tiene que tomar decisiones cruciales para garantizar su viabilidad. El riesgo de corrida bancaria o crisis sistémica existe pero no es inminente ni inevitable. Todo dependerá de la evolución del mercado, la confianza de los clientes y las medidas que adopte el banco.

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